Newell’s es Rosario. Y Rosario es Newell’s. Es un símbolo de la ciudad, como el Monumento, que se erige orgulloso y altivo, a pocos metros de las barrancas del río Paraná. Newell’s, como único representante rosarino en el fútbol grande de la Argentina, merecía una producción fotográfica de semejante magnitud. Este lunes, en el Parque Nacional a la Bandera, con el fondo de ese símbolo rosarino por excelencia que es el Monumento, posaron para los flashes y las cámaras treinta jugadores, catorce integrantes de cuerpos técnico y médico, personal de utilería y seguridad, para inmortalizar al grupo futbolístico que comenzó a desandar, hace apenas una fecha, el camino del Torneo Apertura 2011 de Primera División. Los trabajos de producción en el Parque Nacional a la Bandera comenzaron en horas del mediodía. Organizado en conjunto entre la Comisión Directiva, miembros de los Departamentos de Prensa y Marketing, los fotógrafos y periodistas de nuestro sitio oficial, y camarógrafos del programa “Newell’s de mi vida”, fueron ensayaron las pruebas iniciales en una suerte de backstage en el que sobraron la cordialidad y el buen humor a pesar del cielo gris y amenazante. Los arqueros Lucas Hoyos y Gonzalo Ojeda, el defensor Jonathan Nahuel Valle, los volantes Lorenzo Faravelli, Martín Tonso y Juan Ignacio Vieyra, y los delanteros Maximiliano Velasco, Federico Falcone y Maximiliano Urruti, fueron los primeros en llegar, luego de haber compartido el almuerzo en un restorán céntrico con la delegación que luego emprendió el viaje en Leprabús rumbo a Capital Federal, para quedar concentrado a la espera del partido del martes contra Argentinos Juniors. Cuando arribó el Leprabús con el grueso del plantel y cuerpo técnico, todos los protagonistas aportaron colaboración y predisposición para ubicarse en el lugar predeterminado de las tres hileras para que los reporteros gráficos tomen las mejores imágenes. Los jugadores de mayor estatura, entre ellos los cuatro arqueros, con Sebastián Peratta como el más bromista del grupo, parados y al medio, los más petisos subidos en los bancos superiores, y los de mediana talla sentados en primera fila, junto al entrenador Javier Torrente y demás integrantes del cuerpo técnico. “¡No lo puedo creer, se me terminó la batería de la cámara!”, se lamentó un ocasional transeúnte leproso, que había llevado a pasear a su hijita por el Parque Nacional a la Bandera y no caía de su asombro al observar en vivo y en directo a los ídolos rojinegros que cada fin de semana defienden la camiseta de Newell’s, esta vez en un espacio público para formar parte de la foto del plantel. Con el imponente Monumento como fondo de escenografía. Con esa tenue llovizna que empezó a caer en plena sesión de fotos, cuando todos ya estaban acomodados en sus respectivos lugares, que no impidió que se desarrollara el trabajo con total normalidad. Con Newell’s simbolizando el fútbol grande de Rosario.
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