"Jugaba en el club de mi pueblo hasta que un día vinieron de Newell’s, hicieron una prueba y (Jorge) Griffa me llevó", es el inicio del relato que puede pertenecer a casi todos los embajadores leprosos que hoy se destacan por el mundo: Mauricio Pochettino, Eduardo Berizzo, Abel Balbo, Gabriel Batistuta, Gerardo Martino, Julio Zamora, Fernando Gamboa, entre otros, y el mismo Theiler. En la actualidad la historia es bastante distinta ya que el método fue aprehendido por otros clubes del país e incluso del mundo que hurgan en cada canchita buscando cracks.
_¿La captación hoy es un poco más complicada?
_Hemos recuperado el caudal de jugadores del interior que vienen a Rosario a probarse. Funciona bien el área de captación a cargo de Mario Cesarín con quien dividimos el país en cuatro zonas y todas las semanas salimos para algún lado. Ya no es como años atrás que el chico tenía que elegir entre uno o dos clubes. Hoy hay empresarios, equipos del exterior, ha cambiado mucho. El otro día en Embalse de Río Tercero, en un torneo Sub 17 y Sub 15, había seis equipos, Boca, River, Vélez, Belgrano, Newell’s y Estudiantes mirando los jugadores, más cuatro empresarios y dos representantes de equipos de Italia.
_¿Cómo los convencen?
_Les ofrecemos credibilidad, cumplir los convenios con los clubes, darle una pensión buena, una escuela digna para que el chico pueda estudiar y darle lo mejor para que se sienta cómodo. La competencia es alta, por eso la escuela y la estructura es importante. Todo es progreso y sucede por el clave apoyo de la dirigencia, realmente es muy positivo el balance porque trabajamos muy tranquilos y en dos años no tuvimos ningún problema.
_¿Desde la selección juvenil no se mira para acá?
_No se sigue al interior como tendría que ser. En la época de Tocalli y Pekerman a la cancha a la que ibas había uno del cuerpo técnico mirando, ahora no pasa eso.
Buen vínculo rosarino
Fueron 14 años en los que la decisión fue desentenderse del semillero y así, como nunca antes había ocurrido, cientos de juveniles santafesinos brillaron en equipos porteños sin recalar previamente en los clubes grandes de la ciudad. Theiler lo sabe y enseguida reflexiona: “Hay una generación perdida para Rosario, la de los Mascherano, los Banega, los Lavezzi, que son de acá pero se fueron a otro lado sin siquiera jugar en los clubes de la ciudad. Esto es algo para recalcar porque los lazos estaban rotos y nuevamente los clubes de locales nos han mandado jugadores para que los veamos. A casi todos los chicos los vemos porque jugamos contra ellos y si no nos enfrentamos en la Rosarina entonces los invitamos a ir a Bella Vista. Es nuestra responsabilidad acercarnos a esos clubes y preguntar qué convenio les dan los demás para ofrecerles algo mejor, hacer nuevos acuerdos. Pero sí, la verdad que se han ido un montón de jugadores que tendrían que estar acá”.
| Tweet |
0 comentarios:
Publicar un comentario