En avión, en micro, en auto, en bicicleta o en pony. Con frío o con calor. En los pequeños pueblos o en las grandes ciudades. Nada importa cuando se trata de encontrar talento.
River recorre las rutas del país buscando jugadores distintos, únicos, ésos que en la próxima década van a marcar diferencias. Sin fijarse tanto en la contextura física de los chicos sino en la habilidad, en el juego, en el atrevimiento. La misión, simplemente, es descubrir futuros cracks. Todo esto sin importar cuánto midan o cuánto pesen. El tamaño no importa. Es una cuestión de gustos
"No nos fijamos en el físico porque eso puede mejorarse. Pero futbolísticamente no se crece. Si un chico no tiene talento, no se lo va a dar nadie. Si dijéramos que podemos enseñar a jugar al fútbol, seríamos unos mentirosos", aclara José Curti, ex director técnico del club en la década del 60, quien se entusiasmó cuando le propusieron sumarse al proyecto. Tanto como César Laraignée, un producto de las Inferiores con más de 100 partidos sobre el lomo en la Primera de River: "Sabemos qué estilo de futbolista buscamos. Si es chiquitito y tiene talento, se lo espera. Porque en algún momento va a desarrollarse físicamente".
La memoria trae a la mente a Ortega, Gallardo, Aimar, Saviola, D''Alessandro... Ese es el prototipo ideal. Aunque, lógicamente, la búsqueda no tiene límites. "Si hay diez número 10 que andan bárbaro, los elegimos a todos. Pero por supuesto que si hay un 2 que la rompe, también lo seleccionamos. Igual, por lo general los distintos no son los defensores", reconoce Daniel Onega.
Mario Cesarin es la cuarta pata de este grupo de trabajo. Y su experiencia como empleado administrativo lo ubica como el planificador de todos los detalles: desde organizar los viajes hasta establecer los contactos con los clubes del Interior o controlar y llevar las planillas con los datos y las estadísticas de cada uno de los chicos que pasan por la exigente lupa de los reclutadores. Un esfuerzo especial, ya que desde que arrancó el proyecto, a principios del año pasado, desfilaron más de 25.000 chicos ante sus ojos.
¿Cómo se organizan? Para que no quede recoveco sin visitar, dividieron el país en ocho zonas. "Esto implicó triplicar la cantidad de viajes. El año pasado vimos a 8.500 jugadores en el Interior, a 650 los trajimos a Buenos Aires y, finalmente, se incorporaron 45 chicos", cuenta Cesarin.
Apuesta delivery. La decisión de alejarse del Monumental y viajar para encontrar a las promesas en sus pagos no es casual. "Es mejor. Los chicos se sienten más tranquilos y sin tantas presiones. ¿Sabés lo que es venir a Buenos Aires para probarte? Te tiemblan las piernas. A mí me pasó...", recuerda Onega, quien llegó a River desde Las Parejas, el pueblo de Santa Fe en el que nació. "Además, está el tema económico...", agrega y allí es donde Laraignée lo interrumpe: "Ya no tienen que trasladarse y eso es importante por el ahorro de dinero. Ojo, para nosotros tampoco es fácil. Pero por suerte los dirigentes nos apoyan. Antes había clubes que también iban al Interior aunque la crisis los obligó a cambiar. River lo puede seguir haciendo y es una ventaja. Hace unos años alcanzaba con ir hasta Vicente López, pero ya no es suficiente. Hoy, la competencia es enorme". Y no exagera. Aunque para los hinchas la prioridad sigue siendo conseguir títulos en Primera, ya nadie descuida a los más jóvenes. Y la necesidad de festejar en Inferiores se siente, pero Onega no se prende. "Nadie nos exige ganar torneos. Esto es una fábrica de jugadores, no de conseguir campeonatos. Si en las divisiones más chicas buscás pibes grandotes, con buen físico, es fácil ganar, porque a esa edad se nota mucho la diferencia. Por supuesto que ganar nos gusta a todos, no vamos a ser hipócritas. Pero nuestra filosofía es otra: buscar chicos que tengan proyección, no pibes que una vez que son equiparados físicamente pierden todas las chances".
Y para reforzar sus palabras, remarca los casos de Saviola y de D''Alessandro, quienes fueron suplentes mucho tiempo: "Eran excelentes, pero no jugaban porque eran chiquitos y había que cuidarlos para que no los lastimaran".
Los superdotados, obviamente, jamás pasan de largo. Entre tantos partidos y tantos pibes hay algunos que fueron tocados por la varita mágica. Es más, ya consiguieron un prefichaje. "Sí, hay un grupo de pibes que ya tiene un compromiso con el club. Uno se da cuenta de que tienen un talento superior", aclara Laraignée. Y Onega asiente: "Lo más importante es respetar a los chicos. Sabemos cuáles son sus ilusiones porque las vivimos. No nos importa de dónde vienen o quién los recomienda. Hasta el mismo presidente del club nos dice: ''puede venir el hijo de algún amigo mío, pero si no sirve, chau''".
Poor el momento eso no sucedió, y mucho tuvo que ver con eso el cuidado que se pone en cada selección. ¿Cómo se hace? Las pruebas cuentan con una primera etapa local y de ahí se reclutan chicos que pasan a un cierre en cada una de las ocho regiones. Luego quedan formadas las selecciones de las distintas categorías que participarán en la final en Buenos Aires. Ahí, se les pone el último filtro, el decisivo. "Miramos gestos técnicos, cosas puntuales. A veces el 9 de un equipo no la mete y el del otro equipo hace dos golazos pero queda el primero", explica Onega mientras sus compañeros coinciden en que "nos gusta el chico que piensa y elige la mejor opción aunque no la pueda concretar. Juzgamos la intención. Ya habrá tiempo para ocuparnos de que se equivoque cada vez menos".
Como es un trabajo a futuro, la idea es que para el 2004 haya un club representante por cada región que prepare jugadores durante todo el año. Además, hay charlas informativas para padres y técnicos, y los chicos que queden contarán con todos los beneficios de vivir en la pensión del club: estudiarán en el Instituto y estarán supervisados por profesionales en su alimentación y preparación física. Y para que no se les escape ninguno, los jugadores también tienen posibilidades de quedar en las Inferiores de Defensores de Belgrano o Ferro, aunque su compromiso será con River.
Los cazatalentos de River, los únicos autorizados para realizar las pruebas absolutamente gratuitas, están al acecho. Talento, imaginación y futuro. Eso es lo que busca River. Así que ya sabe: en cualquier momento pueden aparecer por su pueblo buscando a la joya del lugar.
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Fuente: Ole